La bolsa de la compra – Vivir sin plástico

Uno de los nuevos temas que quería tratar en Calle Luna es cómo vivir sin plástico, pero no sabía muy bien por dónde empezar. Lo más fácil y básico me parecía recomendar que llevásemos nuestra propia bolsa de la compra pero pensé que quizá era demasiado elemental. Sin embargo, el otro día me ocurrió una cosa cuando fui a descambiar unos pantalones que habían regalado al señor x durante las pasadas fiestas. El señor x se encuentra escayolado de una pierna tras sufrir un pequeño accidente en moto, así que soy la recadera oficial del reino.

Volviendo a la historia de los pantalones. Me acerqué a la tienda para cambiar la prenda que venía en una bolsa de regalo de plástico. Cuando estaba en la caja para hacer el intercambio del pantalón, la dependienta tiró la bolsa en la que venían los pantalones y muy amablemente me quiso dar otra, también de plástico, pero con asas para que me resultara más cómodo. Le agradecí el gesto y le dije que no se preocupara, que no me diese otra bolsa que ya llevaba una.

La dependienta era una chica muy maja que lo único que quería era facilitarme la vida. Pero me di cuenta que vamos en automático y aunque sabemos lo malo que es el plástico, volvemos a nuestras antiguas costumbres en cuanto nos despistamos. Así que he pensado que no estaba de más empezar por lo más elemental. Yo voy con una bolsa de la compra encima, es de tela, ocupa poco espacio dentro del bolso porque la llevo hecha un gurruño muy dobladita 😉 Me viene muy bien por si ando por la calle y de repente me acuerdo que necesito algo, puedo cargar con la compra cómodamente y evitar coger una bolsa de plástico. Además me salió muy baratita porque venía de regalo con una revista de decoración. Otra opción barata es reutilizar bolsas de plástico que ya tengamos en casa.

Fotos: Volodymyr Hryshchenko (foto portada), Shadi Mahayni (foto 1), Marissa Lewis (foto 2), Daniel Romero (foto 3) y Mel Poole (foto 4) todas en Unsplash.
[…] de casa camino del mercado con tu bolsa de la compra pero una vez llegas allí el plástico lo invade todo. Hoy día parece difícil […]